El cultivo nasofaríngeo es un examen rápido e indoloro en el cual se toman una muestra de las secreciones de la parte superior de la garganta mediante un hisopo o un aparato aspirador. Esto con el fin de detectar organismos que puedan causar enfermedad.
Muestra o frotis con hisopo (escobillón) para virus respiratorios.
Muestra o frotis con hisopo (escobillón) para portador de estafilococos.
No se necesita ningún tipo de preparación especial antes de someterse a este examen.
Esta prueba permite identificar los virus y bacterias causantes de ciertos síntomas de las vías respiratorias como:
Bordetella pertussis (bacteria que causa tos ferina).
Neisseria meningitidis (bacteria que causa meningitis meningocócica).
Staphyloccus aureus (bacteria que causa infecciones por estafilococos).
Staphyloccus aureus (resistente a meticilina).
Infecciones virales como la influenza o el virus sincitial respiratorio
Asimismo, el cultivo nasofaríngeo puede utilizarse para determinar cuál es el antibiótico apropiado para combatir la infección.
Es un examen en el cual analizan muestras de las secreciones de la parte superior de la garganta y la nariz con la finalidad de encontrar ciertos organismos que ocasionan ciertos problemas que afectan las vías respiratorias.
Resultados normales: Es normal la presencia de los microorganismos que suelen encontrarse en la nasofaringe.
Resultados anormales: La presencia de cualquier virus, bacteria u hongo que causa enfermedades significa que estos microorganismos pueden estar causando la infección.
Algunas veces, microorganismos como el Staphylococcus aureus pueden estar presentes sin causar enfermedad. El examen puede ayudar a identificar cepas resistentes de dicho microorganismo (Staphylococcus aureus resistente a meticilina o SARM), así que las personas se pueden aislar cuando sea necesario.
Antes de realizar el examen se le pedirá toser. Seguidamente deberá colocar la cabeza hacia atrás y el especialista introducirá un hisopo de algodón estéril con moderación a través de la fosa nasal llegando a la nasofaringe, para así obtener una muestra de secreción. Esta muestra será colocada en un plato especial para su posterior análisis en busca de bacterias.